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Opinión

ASPES-CL exige la superación de todas las asignaturas de la etapa como requisito ineludible para la obtención del título de graduado en ESO

titulacionESOAcaba de aparecer estos días en los medios de comunicación nacionales una noticia en la que se habla sobre el borrador de un Decreto que el Ministerio de Educación prepara para regular la titulación de ESO. En dicho borrador, según los citados medios, se recoge la posibilidad de que los alumnos de 4º curso de ESO puedan acceder a la titulación sin necesidad de tener todas las asignaturas aprobadas y sin tan siquiera haber obtenido una nota media del curso superior a 5. Se trata, sin duda, del retorno a los tiempos oscuros de las leyes-chollo LOGSE y LOE, así como de la descarada renuncia a los planteamientos iniciales de la LOMCE, los cuales establecían literalmente la necesidad de obtener una nota media igual o superior a 5 para graduarse en ESO. Obtener un título sin haber llegado al mínimo: ¿acaso la mejora de la calidad educativa era esto?

 Desde la Asociación ASPES-CL queremos dejar claro que ningún sistema educativo que se precie de riguroso y sensato puede admitir en su normativa disposiciones que permitan a los alumnos acceder a las titulaciones con una acreditación del rendimiento por debajo de unas exigencias necesarias y rigurosas. Asimismo, cualquier título oficial que se otorgue sin el refrendo de una nota media mínima y sin el requisito de haber aprobado todas las asignaturas supondrá un fraude a la calidad educativa y un engaño a las familias que esperan que sus hijos terminen la etapa de Secundaria con la mejor preparación posible.

Por otro lado, detrás de esta desafortunada idea parece subyacer también la posibilidad de aumentar, siquiera torticeramente, el número final de titulados en ESO, posiblemente con el fin de alcanzar objetivos relacionados con los porcentajes de alumnos que titulan y con la posición nacional en los diferentes rankings europeos. Si tal fuera la situación y la intención de nuestro gobierno pasara realmente por este burdo maquillaje de cifras de titulados, entonces solo cabría hablar de prácticas engañosas, con el agravante de que con la titulación de toda la etapa no estamos ventilando cuestiones triviales, sino todo lo contrario. Más aún, de mediar tan sibilina intención, estaríamos manipulando, en su caso irresponsablemente, el futuro académico y tal vez profesional de nuestros adolescentes, principalmente el de aquellos menos favorecidos desde la perspectiva social, toda vez que suelen ser ellos precisamente los que acaban por sufrir las peores consecuencias de este tipo de medidas irracionales.

Es por todo ello que en modo alguno puede, o debe, aceptarse una rebaja en la exigencia de los requisitos precisos para las titulaciones, ya que tal práctica no sólo es indigna de un modelo educativo serio, sino que además únicamente ayudaría a convertir la enseñanza en un coladero, a través del cual la clase política de turno se dedicaría a blanquear sus negligencias en materia legislativa.

La titulación oficial en cualquier etapa académica sólo debe otorgarse con cargo a la superación íntegra de los contenidos de todas las materias que componen cada uno de los currículos y, en consecuencia, con la nota media de 5 como medida mínima que certifique la citada superación. Lo demás seguirá siendo, como hasta ahora, un engaño a la sociedad.

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